viernes, 15 de febrero de 2008

Materiales educativos, materiales didácticos


Mi aporte está referido a un párrafo de Gutierrez ubicado en el apartado EVALUACIÓN DE LA INTEGRACCIÓN CURRICULAR DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS MULTIMEDIA EN LA EDUCACIÓN.

“En realidad la validez o idoneidad de una aplicación multimedia desde un punto de vista educativo (al igual que ocurriría con cualquier otro material: impreso, audiovisual, informático, etc.) depende en gran medida de sus características: objetivos bien definidos, secuenciación de contenidos según criterios de aprendizaje, sugerencias de explotación didáctica, sistema de evaluación previsto, etc. ), pero cualquier material puede convertirse en “educativo” al ser utilizado y adecuadamente integrado en una situación de enseñanza aprendizaje, aunque no haya sido diseñado para la enseñanza. No podemos, por tanto, prescindir del contexto de utilización para valorar la eficacia o el valor educativo de un producto”.

Hoy nos ocupa el análisis de las producciones multimedia específicamente, sin embargo, bien afirma Gutierrez que:

“… cualquier material puede convertirse en “educativo” al ser utilizado y adecuadamente integrado en una situación de enseñanza aprendizaje, aunque no haya sido diseñado para la enseñanza. …”

El sistema educativo se ha preocupado por conocer y concretizar la incorporación en las aulas de los diferentes medios tecnológicos a medida que se instala su consumo en la sociedad. Hace décadas la preocupación de qué miraban nuestros hijos en la televisión era el centro de atención, análisis, etc de la escuela, con el tiempo, fue desplazado por la incorporación de la informática, hoy nos centramos en internet y sus productos: materiales educativos: libros electrónicos, juegos, etcétera.

Algunas currículas solamente están interesadas en las NT por la velocidad, la fragmentación, la interacción humano – máquina, la interdiscursividad que genera la técnica, la globalización del producto como forma de adaptarse a los tiempos. Sin embargo, ha sido preocupación constante en educación cómo enfrentar el estudio de los fenómenos de comunicación donde intervienen los avances tecnológicos diversos. La década del 70 con la corriente latinoamericana de la teoría de la dependencia y la urgencia por educar a los receptores en la lectura crítica y la producción de comunicación alternativa. La década de los 90 y la libertad en el uso de los medios de comunicación para la producción de los propios mensajes.

Distintas teorías durante el siglo XX han abordado este desafío que presenta la comunicación relacionados directamente con los medios masivos. Algunos estudios se centraron “EN” los medios (posibilidades técnicas), otros “PARA” los medios (programación-público), quienes se abocaron a trabajar “A TRAVÉS” de los medios (uso para fines sociales) y analizar los contenidos “DE” los medios (la ideología). Sin embargo podemos incluir para el análisis las producciones que nos ocupan o las que nos ofrece internet.

Igualmente estamos obligados a retomar las fuentes del clásico esquema de comunicación: EMISOR – MENSAJE – RECEPTOR para después avanzar en su complejidad acompañando los tiempos y los teóricos del siglo pasado. No es de extrañar encontrar en diferentes contextualizaciones temáticas conceptos tales como: código, codificación, decodificación, canal, referente, contexto, retroalimentación, ruido, competencias comunicativas, determinaciones emocionales. O los referidos a las diferencias entre comunicación e información –en más de una ocasión utilizados indistintamente-; también podemos hablar de enunciación, discurso, recepción. Géneros discursivos, persuación, manipulación, producción de sentido, mediatización técnica. Conceptos de los cuales se apropia el sistema educativo.

El espectro se ha ampliado y hoy es imprescindible incluir en nuestros abordajes teóricos los fenómenos sociales provocados por las diferentes tecnologías de la última centuria; formas de relacionarse, valores sociales impuestos, modificaciones en las percepciones de la realidad, las producciones en comunicación resultantes de los cambios en la sociedad.

En definitiva la intención es recuperar el valor del medio en sí como producto cultural y sus posibilidades de utilización a favor de la enseñanza, estando en manos del docente las posibilidades de exploración y explotación de las potencialidades que el material educativo encierra en sí mismo, sin desatender el contexto de aplicación.